Casi un 19% de la población total del Ecuador vive en situación de extrema pobreza y esto significa que sus viviendas son extremadamente precarias.
Un porcentaje muy grande de esta población se encuentra en las provincias más abandonadas del país: Manabí, Esmeraldas y las provincias orientales.
A raíz del terremoto de 2016 la situación se tornó crítica y emprendimos la ardua tarea de dotar de vivienda a los afectados por el sismo y de ahí en adelante nos propusimos erradicar la vivienda precaria en Ecuador.
Vivienda digna es la base para el desarrollo de las personas, familias y por ende, comunidades. Les da la oportunidad de vivir mejor, prosperar y mejora notablemente la calidad de vida.